La terraza del comedor permite disfrutar de una comida agradable al aire libre, lo que es un buen toque. La presentación de los platos es elaborada, como la salchicha de pato con puré de patatas y la crema brûlée de postre, que fueron un acierto.

Las zonas comunes del hotel estaban descuidadas y sucias, lo que arruinaba la impresión general. La falta de opciones alimenticias, especialmente al llegar tarde, se siente como una gran inconveniencia. no se sirvió nada después de las 20:00 y las opciones para desayunar eran mínimas. Además, algunas habitaciones son realmente pequeñas, con mobiliario anticuado.

Ubicación junto al río, calefacción correcta, baño amplio con buen antideslizante.

La falta de ascensor no es un detalle menor para los que cargamos con maletas pesadas!!! En la habitación, el tema de la reposición de artículos de higiene es algo que deben mejorar mucho. ¡No tener un espacio adecuado para la ropa es incómodo!!!

Una vista espectacular al amanecer

Disfruté de una espectacular vista al amanecer desde mi habitación. La comida fue deliciosa, especialmente el pato y el postre de crema brulée. El personal fue amable y servicial, brindando un excelente servicio.

La falta de ascensor hizo que llevar las maletas al segundo piso fuera un desafío. Además, las áreas comunes no estaban tan limpias como esperábamos, lo que restó un poco a la experiencia.

La ubicación del hotel es espectacular, justo enfrente de un río impresionante y cerca del castillo que domina la colina. Me encantó despertarme con vistas al paisaje que rodea el hotel, especialmente porque está cerca de las cuevas con las antiguas pinturas rupestres. El desayuno, aunque un poco limitado en opciones, tenía pan y croissants recién horneados que eran deliciosos, y la cama era súper cómoda para descansar después de un día de exploración.

El horario del restaurante es bastante rígido, no sirven después de las 20:00, lo que puede ser un problema si llegas tarde.

• Ubicación espectacular
• Cena deliciosa
• Personal amable

• Habitaciones pequeñas
• Mobiliario anticuado
• Ruido de carretera

La vista desde nuestra habitación era impresionante, especialmente al amanecer. Pudimos disfrutar de un ambiente tranquilo y relajante durante nuestra estancia.

Nos decepcionó que el servicio de habitaciones no repusiera los artículos de higiene de manera regular. Tuvimos que pedir papel higiénico y gel de ducha varias veces.

Hotel acogedor con habitaciones limpias y bien ubicadas para explorar el pueblo. El castillo de Beynac es una visita obligada. La atención del personal fue excepcional. 😊

La ubicación es genial, pero la señal de wifi es muy mala.

Recomiendo para quienes buscan buen servicio

El personal es realmente muy amable, casi como si fueras parte de la familia. Nos dieron un buen consejo sobre dónde ir a cenar con vista al río, fue un gran toque.

No fue barato, pero aun así aceptable.

una experiencia inolvidable con vistas impresionantes y desayuno delicioso en hotel du chateau, beynac et cazenac

La ubicación es perfecta, justo frente al río. Las habitaciones son acogedoras y limpias, y el personal es súper amable. Me encantó el desayuno, estaba delicioso y variado. Definitivamente volveré.

La habitación era bastante cómoda, con una cama que se sentía genial. estaba muy limpia y el baño era amplio, lo que se agradece. Pero la habitación era un poco pequeña y sentí que los muebles eran algo antiguos. A veces, la carretera cerca hacía un poco de ruido en la noche, lo que pudo haber sido molesto.

Disfruté de un excelente almuerzo con vistas al río Dordogne desde el balcón del hotel. El pato estaba perfectamente cocinado con una salsa sutil y las papas estaban deliciosas. El postre, Creme Brûlée, fue un acierto total. El vino de la casa, Bergerac, era una gran opción en términos de calidad-precio, y el servicio fue excepcionalmente amistoso y con buen nivel de inglés para explicar el menú.

La habitación era un poco pequeña.

El desayuno tenía pan y croissants recién horneados.